Somos diferentes y… ¡menos mal!, si no sería muy aburrido. Pero a la vez nos parecemos porque todos tenemos cosas que nos gustan e ilusionan, cosas con las que disfrutamos, personas a las que queremos y de las que aprendemos… Y siempre, acompañándonos en todo momento está ese sonidito, ese ritmo que varía según lo que vivimos, ese “pum, pum, pum” que está en ti y en mí, que no entiende de diferencias y que nos ayuda a conocernos para sólo así llegar a respetarnos.
Y así, latido a latido, página a página, tu corazón irá creciendo llenándose de emociones y vivencias hasta fundirse con el de los demás. Por ello puedes disfrutar leyendo tanto en castellano como en árabe pues para nuestro corazón no hay barreras.