¿Cómo tenían que sentirse los niños y niñas de nacionalidad alemana en Checoslovaquia al terminar la Segunda Guerra Mundial? ¿Tenían dónde ir a la escuela, qué comer y con qué jugar? ¿Tenían algo que temer? ¿Qué se llevaron consigo cuando se ordenó su expulsión? ¿A qué tuvieron que decir adiós? ¿Qué les aguardaba en los campos de agrupamiento y de trabajo, en los vagones de ganado y luego en la Alemania destruida por los bombardeos? ¿Cuándo y en qué condiciones pudieron volver a ver por primera vez los lugares de su niñez y dónde se sienten ahora en casa? Cinco alemanes dan el testimonio de su expulsión de Checoslovaquia. Sus historias reviven en forma de cómic gracias a la imaginación de un escritor y cinco ilustradores e ilustradoras de la República Checa.
¿Por qué explicar una novela (una novela con dibujos, con bocadillos, con portadas y pinturas a doble página? una novela que es un cómic que es una novela) en base a referencias filosóficas? O, más aun? ¿por qué explicar Filosofía tomando referencias a Sandman? Seguro que alguien les daría respuestas larguísimas a esto, respuestas con palabritas de esas bien gordas, casi incomprensibles. Yo tengo otra. Más fácil, más contundente. Se la robo a un inglés llamado George Leigh Mallory.